Dicen los de Save the Children que en el mundo hay 8 millones de niños esclavo. Lo que pasa es que por más que lo escuchemos eso no nos dice nada. Estamos inmunizados ante las noticias y los mensajes que nos llegan a través de los medios. La bonita película Slumdog Millionaire da una versión descafeinada de los niños que viven en la calle en la India, y aún así resulta bastante duro, pero creo que nadie retiene más que de la bonita historia de amor que se cuenta al salir del cine. Por los países pobres por los que he viajado siempre he encontrado niños en la calle, pidiendo limosna, vendiendo estropajos, pulseras, productos chinos, o pidiendo dinero a cambio de fotos. Como dice la artista Elisa Merino, todo esto es culpa de una sola cosa, el MERCADO. Sí, el mercado mundial y la forma en que está organizado, que nosotros vivamos muy bien, compremos muy barato y podamos tener acceso a todo a costa de que otros muchos no puedan llegar a nada, ni a comer, ni a tener educación, ni una cama donde dormir, ni una televisión que ver, ni nada de nada. Sólo su espíritu de supervivencia que se manifiesta de todas las formas posibles. Y como todos somos igual de cómodos, y nuestros gobernantes también lo son, nadie mueve un dedo por los demás, ni mucho menos por la gente que está lejos y no nos "molesta" cada día. En fin, ójala cambiemos un poco y seamos más responsables en nuestro consumo y un poquito más solidarios, y sobre todo ójala abramos un poquito los ojos y nos demos cuenta de que somos unos auténticos privilegiados y sepamos apreciarlo. 
