martes, junio 26, 2007

Fosca

Fosquita se estira en el balcón.
Se despereza de sus sueños matinales en los que hace de alfombra en cualquier rincón de la casa.
Y como es una más en la familia, y ahora vive en un duplex con terraza cerca del campo en lugar de en la perrera que era su anterior hogar, está encantada de la vida, y nosotros encantados de sus mimos y sus atenciones.

lunes, junio 25, 2007

¡ Qué calor !


Madre mía...

Insoportable, tremendo, insufrible ponientazo que hace hoy.

He ido esta mañana a Valencia, ciudad a la que ya casi ni me acordaba como se llegaba, y creo que no he podido elegir peor día.

Aparte de que hoy emezaban las rebajas y había un tráfico horrible en la calle Colón, ha habido un accidente en la autovía, con lo cual he tardado una hora y cuarto en llegar.

He aparcado en el tortuoso parking de Colón, y me he dispuesto a encontrar el consulado de Costa de Marfil.

Después de preguntar, caminar, deshacer lo caminado, volver al mismo sitio, recorrer de arriba a abajo el pasaje Ruzafa y buscar puertas secretas, he sido guiada telefónicamente por una amiga y he entrado en un edificio de oficinas en el que en ningún sitio se podía leer Costa de Marfil, ni consulado, ni visa ni nada relacionado con los viajes o las relaciones internacionales.

La recepcionista de esa especie de grupo de empresas que nada tienen que ver entre sí ha resultado ser la que se encargaba de hacer los visados. Cosas que tiene la vida.


Cuando vuelvo a por mi coche, me clavan 4,72 euros por dos horas y pico (con tarificación por segundos) y entro de nuevo en la marea de humo de vehículos danzando torpemente por el asfalto casi derretido para intentar salir de la ciudad lo antes posible.


Llego a casa, Silke y Fosca me estaban esperando como agua de mayo. Abro la puerta y salen despedidas cual encierro de San Fermín. Las saco a la calle. Se quieren volver a casa en cuanto ven el panorama abrasador. Las obligo a hacer sus necesidades fisiológicas. Entienden rápido que o lo hacen o se achicharran, y lo hacen.

Subimos, y se tiran al suelo como dos muertas intentando coger el fresquito del porcelánico en la mayor superficie de cuerpo posible.

Yo cierro todo para que el aire ardiendo no entre dentro de casa, y ahora por fin estoy fresquita frente al ordenador.

No hay trabajo, no me quejo vale, pero me aburro.

Besos

lunes, junio 11, 2007

Mama Tierra

" Va muriende lentamente, Mama Tierra, Mother Earht...."
Dice Macaco en su canción, y suena muy bien, y la cantamos y la bailamos, pero, ¿acaso la escuchamos?.
A la canción y a la Tierra, digo.
Ya sé que estamos inmunizados ante todo, ante las imágenes de niños que se mueren de hambre, ante la sequía que afecta a los países más pobres, ante las muertes de inocentes en conflictos alimentados por los países más ricos del planeta.
Pero no estaría de más, pensar un poco en lo que hacemos cada día.
En los productos que consumimos, en nuestros hábitos cotidianos, en si estamos haciendo algo, para, al menos, dejar de arrastrarnos con la corriente general del capitalismo voraz y despiadado.

De verdad, pensadlo un minuto.
No hacemos nada ¿verdad?.
¿Qué tal estaría empezar por pequeñas cosas?.
Cerrar el grifo, aprovechar al máximo los recursos, reciclar, no utilizar sprays, comprar productos del comercio justo, colaborar con alguna ONG de la que nos interese su proyecto, plantearnos un turismo alternativo y justo....
No es tan dificil, sólo hay que intentarlo, y además obtendremos beneficios morales y sobre todo de calidad de vida.
Porque el café solidario sabe mejor, ahorrar agua es más barato que derrocharla, y sobre todo, cuesta menos maximizar recursos que malgastar saliva pidiendo un trasvase que ya caducó por la ridícula consigna de "es que el agua se va el mar".
Un poco de seriedad por favor, la Tierra tiene ciclos que debe cumplir, y el del agua es sólo un de ellos.

viernes, junio 08, 2007

CIERRE

Sí, por fin, menos mal.
Cerramos Guru disco, hasta septiembre si no pasa nada.
Ahora mis ánimos a mi hermana y al equipo incansable que aguantará las frescas noches en la terraza de Domeño.
Yo no puedo, ni quiero. En realidad no quiero ni muerta.
Así que estoy ya nerviosa de pensar que el próximo sábado será el último (hasta septiembre, vale), pero no sé como me sentiré cuando llegue el sábado y no tenga que prepararme para la disco. No tenga que ducharme, ponerme el exfoliante, peinarme, elegir ropa (suele ser lo peor, eh Ruth?), maquillarme y tomarme un café para intentar no dormirme delante de los clientes.
Aunque a veces eso no es tan fácil, y tanto Ruth como yo, hemos caído en un sueño profundo con los ruidos de lavadora rota y de video estropeado y con gente delante incluída.
Pues eso, que mientras estoy aquí fresquita en casa, sin hacer mucha cosa, pienso en este último sábado, y me alegra mucho, porque en realidad empiezan así una especie de vacaciones de verano colegiales.
Y lo dicho.... hasta septiembre.