
Los periodistas hemos escuchado muchas veces que nuestro trabajo acaba envolviendo un bocadillo, sirviendo de wc para el canario o para regañar al perro.
Pero mira tú por donde, aquí hay dos perras maravillosas que le han dado dos usos más. Fosca interesadísima en un sesudo artículo y Silke, la pobre con su bozal despúes de la operación, encontró en El País una cama ideal.

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